Orgullo ajeno...

Resulta extraño caminar por la Capital y que ni por un acto político ni por un reclamo de justicia masivo, las calles estén tan llenas de gente, sobretodo tan contentas y festivas...el motivo es justamente un, podría decir, logro deportivo. Si, es que anteayer se lanzo tal vez la carrera mas importante del planeta y de todos los tiempos, el París-Dakkar. esta vez en tierras Argentinas y Chilenas, donde se da lugar por motivos de presiones terroristas en África y por lo cual abrió las puertas a esta chance única, que se presenta a nosotros hospedando un evento a nivel mundial, después de 30 años, justamente el ultimo había sido el mundial de fútbol del 78' del cual, si bien significo el primer mundial ganado por nuestro país, también marca una época de la cual, es mejor tener presente solo para que no se repita.

Lo llamativo de todo esto no es que se cortara media ciudad para ver desfilar los vehículos participantes, ni el caos que esto ocasiono o como se disperso la mirada por unos días de todos los problemas que nos aquejan, sino la gente en las calles de vuelta en familia, respetando dentro de lo posible, todo lo que este evento proponía, sin saber siquiera quien corría o porque lo hacían. Acá es donde me quería detener, porque justamente de eso se trata en parte, del gen argentino y su facilidad para formar parte de algo sin saber muy bien de que se trata pero al instante hacerlo propio y sentirse orgulloso de lo que esta viviendo...es eso que nos hace distintos al resto, mas allá de ser considerados como escoria por muchos de los países de habla hispana del continente, es ahí donde estamos un paso adelante y creo que es la calidez de la gente frente a los eventos comunes de la vida; digo no eran solamente 500 mil boludos sacando fotos los que estaban ayer en las calles, sino un conjunto de masa, que estaba contenta de, otra vez, tener la chance de formar parte de la historia, no solo por inseguridad e índices de pobreza, sino también de alguna vez ser vistos de vuelta por lo ojos del mundo, de mostrar su identidad y porque no también, de ser consumidores de un espectáculo de esos que realmente, dificilmente se repitan, los que te hacen sentir afortunado, hacen latir el corazón fuerte y que se te ponga la piel de gallina.

Para finalizar, quería decir algo mas, que se me ocurrió solo cuando estaba terminando de postear todo esto: Viendo imagenes en la tele, uno a veces ve actos y acciones, que generan vergüenza ajena, el sábado al mediodía, me encontraba cerca de donde se encontraban los camiones de la competencia y tuve el agrado de compartir unas palabras mínimas con alguno de los conductores de los equipos, de los cuales uno era italiano y ver su cara de satisfacción cuando se los saluda o se les desea buena suerte en la travesía, sin siquiera conocerlos o haber visto por la tele como uno de los conductores de uno de los equipos españoles, se emocionaban hasta las lágrimas, por la gratitud que ha tenido nuestra gente para con ellos, hace que uno sienta una vez cada tanto, orgullo y es por eso el titulo, un poco de esperanza para los que nos queda.

No teman, solo me ablandé un día.

domingo, 4 de enero de 2009

0 Comments:

 
Nada más que ver - Wordpress Themes is proudly powered by WordPress and themed by Mukkamu Templates Novo Blogger